Los retrasos en las intervenciones quirúrgicas programadas no solo han llevado a un deterioro de la salud física y psíquica de los pacientes y, de manera global, de su calidad de vida. También se han dado otros efectos, como el aumento del coste directo e indirecto de un mayor consumo de medicamentos, incremento de la frecuentación de pacientes a centros sanitarios etc.
Por ello, el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortpédica y Traumatología recalca la importancia de recuperar el pulso de nuestro sistema sanitario, ya que urge la reactivación de la actividad quirúrgica programada.